martes, 2 de noviembre de 2010

Cuando lo frío se caliente


En la mañana me levanto pensando en algunas de las cosas importantes que me has hecho hacer. Recordando tu olor, intentando visualizar como mis dedos se deslizan en tu piel, sin llegar a conseguirlo del todo. Eres Agua. Yo tierra. Somos Lodo. Huir de todo lo doloroso, es llegar a tocar tus labios. Da igual el modo. Orgulloso de ser de tu cuerpo una esclavo. Me paso por el forro a todo lo que no sea imaginarte. En silencio, nadie sabe lo que pienso. Te veo cada vez que parpadeo. Ha sido un largo y jodido viaje, pero estoy de regreso. Yo sigo aquí, sigo tal cual, quizás desmejorado. Como un yonqui me siento atrapado. Eres droga, adicción, salvación y perdición. Tiene la sustancia de la perseverancia. Yo tengo algo para ti algo en abundancia. Desde la Luna has cambiado mi arrogancia, a mis 25 problemas le has dado 40 circunstancias. Y yo solo intento decir, que tu cuerpo quiero consumir. Sin discutir. Me empiezas a dirigir. Sabes como tocarme y hacerme derretir. Te has vuelto imprescindible en mi vida.

Lo tengo que admitir.

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