viernes, 26 de noviembre de 2010


Te abrí accidentalmente mi puerta, y sin tu saberlo, te instalaste atrozmente. Fué un sabotaje emocional.

Me gusta mirarte cuando no me ves; me encanta cuando me miras y sonríes; me apasiona cuando nos tocamos sin querer; y amo las charlas que tenemos.

Tengo la cabeza tan llena de ti, que apenas hay sitio para nuevas ideas, salvo para las que son de ti. Ocupada por tus mejores fotografías; nuestros mejores momentos; los recuerdos de las situaciones que hemos compartido, y los sueños en color que nos quedan por delante.

Estoy tan lleno, que tanto tú, cada vez presiona más mi cráneo, hasta el punto de parecer que va a reventar.

En esos momentos, es cuando me sorprendo a mi mismo deseando que me dejes de repente, para que pueda dejar el tiempo pasar, y finalmente acabar olvidándome de ti.

Sólo que todo termine de una vez. Pero justo después, siempre apareces de nuevo, con una nueva sensación y un nuevo sentimiento…
...y me siento orgulloso de haberte echado de menos.

1 comentario:

  1. Me gusta :) Es bello!
    Me iré pasando de cuando en cuando. ¡Un beso!

    http://wildthingsradio.blogspot.com/

    ResponderEliminar